jueves, 29 de abril de 2010

EDITORIAL DEL NUMERO 30 (30-04-2010)

“Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros muchos días y son mejores, pero hay quienes luchan toda la vida, esos son indispensables”, decía Bertold Brech, y si bien la historia del siglo veinte y la histeria de este siglo hacen pensar que la frase ya está trillada, diríamos casi estrellada, es evidente que, en Patagonia y en relación con ella existen esos indispensables que le dan brillo al horizonte. Mary Zúñiga, ahí en ese espacio que es Provincia de Buenos Aires y que, por estar al sur del Colorado, también es, casi paradójicamente Patagonia; y tal vez porque del caos nace la belleza, de la frontera y la conjunción espacial nace la lucha. Más abajo, en el alto valle del Río Negro, aparece la imagen del Chelo Candia siempre al lado de los más débiles, como demostró en las Conversas (ver tinta 29) arrimando poesía y esperanza al asentamiento Villa Obrera de Fisque Menuco entre rumores de desalojo.
Y no es que queramos ponernos setentistas, no, si se trata de gente que vive (y, lamentablemente, también de gente como Julio López que luchó hasta desaparecer, como un cuento de magia y a la vez de terror, de esos que sólo el ser (in)humano puede concebir), gente que vive y lucha, hasta hacer el mar, como dice ese otro Julio, un poquito más nuestro que es Leite.
Y si de luchadores se trata este Tinta China, no podíamos dejar de homenajear a Vicente Zito Lema, que merecería muchos párrafos más de los que ofrecemos, hombre completo, de múltiples creatividades, con la humildad como pilar, la justicia como meta y la belleza como medio para llegar a lo más sensible del ser (esta vez sí) humano.
Sin las grandilocuencias, parafernalias, proféticas y hasta apocalípticas manifestaciones a las que no nos van a poder acostumbrar los medios de comunicación culturales y culturosos de la región y el mundo, Tinta China, entonces, rinde este pequeño homenaje a los que luchan, desde el que está en la fábrica, el (verdadero) campo, los que están en la friega, los intelectuales comprometidos y los que “hacen todo lo posible para que salga el sol”. Una mano más, hasta que cambie el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario